RETO MÓDULO 5

     En el reto del módulo 5 voy a hacer una introspección sobre lo que podemos hacer para impulsar la igualdad entre Mujeres y Hombres en las Administraciones públicas.

     Para impulsar la igualdad en las Administraciones públicas hay que partir desde la base, formar una base sólida y funcional que garantice la igualdad de género, y esa base son las leyes, las normas, los planes de igualdad de género, como es el III Plan de Igualdad de Género en la Administración General del Estado, publicado en el BOE de 1 de enero de 2021.

    En este III Plan se fijan 68 medidas en 6 ejes con objetivos específicos como medir para mejorar, propiciar el cambio cultural, avanzar en la transversalidad de género y trabajar para la detección temprana y abordaje de situaciones especialmente vulnerables.

    Incorpora, como novedad, indicadores de impacto y ejecución para conocer tanto el grado de ejecución como la eficacia de las medidas y fija, por primera vez, medidas de carácter transversal que se aplicarán en el conjunto de la Administración pública del Estado, con el objetivo de actuar de forma homogénea y en base a criterios y acciones comunes, aunque los diferentes departamentos ministeriales y sus organismos dependientes puedan desarrollarlo e implementarlo con medidas específicas. 

    Como empleada pública creo que son necesarias las medidas tomadas por el estado para que se cumplan las leyes, para que la brecha salarial, el techo de cristal, la discriminación por sexo o raza, infravalorar a la mujer, menospreciar  el trabajo de la mujer, etc. deje de existir en el trabajo.

    Aún con los avances que ha tenido la sociedad, las leyes a favor de la mujer, los Planes de Igualdad para equilibrar tanto en el trabajo como en la sociedad la discriminación de la mujer, todavía nos queda mucho camino por recorrer hasta llegar a un punto en el que no haga falta hacer leyes, para que la mujer y hombre estén equilibrados.

    Pero creo que las empleadas públicas tienen más ventajas que las empleadas en empresas privadas, ya que se vela más por que se cumplan las leyes de igualdad en las Administraciones públicas que en empresas privadas, en las Administraciones públicas se aprueban y se ponen en práctica Planes de Igualdad, que en empresas públicas no se hacen, y por consiguiente las empresas privadas pueden despedir a sus empleadas según les parezca, sin importar la causa por la que son despedidas.